Cuando tú me diste amparo,
No eras más que una gitana,
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Con un traje de volante,
Y una falda armidoná
Y me vi por tu cariño
De la noche a la mañana
Convertida en una reina
De brillantes coroná.
Pero a mí desde el principio
Me cansaba tu ternura
Me agobiaba aquel encierro
Que me impuso tu pasión
Y una noche en que tus celos
Me colmaron de amargura
Con la hiel de mis palabras,
Yo maté tu corazón.

Tanto decirme te quiero, te quiero
Yo no lo puedo aguantá,
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Como un pájaro, me muero, me muero,
Necesito libertá.
Abre puertas y cerrojos
Que me dé la luz del sol,
Que están ciegos ya mis ojos
De tinieblas y doló.
Por mi mare yo te imploro y te lloro
Que no pienses más en mí;
No te quiero, no te adoro
Y no sirvo pa viví
En esta cárcel de oro.

Y con prisas por dejarte,
Yo me fuí por los caminos,
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Con mis coplas y mis sueños,
Y mis ansias de viví,
Y al momento mis volantes
Se enredaron entre espinos
Y los nardos y las rosas
Fueron cardos para mí.
Del vinagre que ahora bebo,
La culpita es sólo mía
Y mardigo hasta la hora
Que probé la libertad,
Pordiosera de cariño,
Te suplico noche y día
Que en la cárcel de tus brazos
Tú me vuelvas a encerrá

Vuelve a decirme, te quiero, te quiero
Vuelve a decirlo, por Dio,
Sin oirlo yo me muero, me muero,
Como un nardo sin oló
Pa borrarte los agravios
Que te hice padecé.
Si pudiera de mis labios,
Me arrancara hasta la piel.
Vale más que los tesoros del moro
Tu cariño para mí.
Por tu madre yo te imploro
Que me encierres pa viví
En esa cárcel de oro.

A una fragua yo me echara
Pa salir purificá,
Si de nuevo tú en mi cara
Te volvieras a mirá.
Vale más que los tesoros del moro
Tu cariño para mí.
Por tu madre yo te imploro
Que me encierres pa viví
En esa cárcel de oro.